Un zoom, Flökypa, Lo Gordo y KrÜ

Los países escandinavos tienen las cuotas más altas de suicidio de Europa. Hay quien dice que este hecho se debe al desequilibrio continuo de las horas de luz aunque puede que la razón estribe en la monotonía cromática y que la soledad no es un buen compañero de excursión para muchas personas.

Mi amigo Edu (visitad su blog Anodesimio) me habló una noche del finlandés Ingo Flökypa. Un ser humano que nació en 1972 y tuvo una vida amarga e intensa en cierta manera con hechos que van desde los abusos sexuales por parte de su padre cuando era niño, pasando por ser un mediocre bajista punk, para finalmente convertirse en poeta pop. Y así iba pagando los vicios adquiridos en un afán de luchar contra el tedio y el hastío que predominaban en su vida. Hasta que decidió recluirse en un apartamento alquilado gracias a las ayudas sociales.

En 1998 muere irónicamente de una hernia y en su apartamento descubren con cierto desconcierto miles de tiras gráficas, de las cuales 234 son de “Lo Gordo y KrÜ”; los personajes que aparecen en su obra desde el año 1994 para desaparecer con el mismo misterio dos años más tarde de la producción del autor.

El esquema de la tira “Lo Gordo y KrÜ” es de composición dadaísta, absurda y mongoloide. Unas veces las viñetas se acercan progresivamente a Lo Gordo mientras genera ruidos indescriptibles para terminar con un explícito deseo; otras no tienen ni texto ni sentido y en otras simplemente dicen alguna chorrada mientras muestran sus falos. ¿Por qué no?

Flökypa es un artista underground del que personalmente llego hasta a dudar de su existencia pero que desde luego merece la pena que por lo menos haya sido inventado.