El día que desapareció Ko-Hung

El maestro taoísta Ko-Hung (283-343 d.C.?) fue el primero y uno de los más grandes alquimistas chinos. En su tratado alquímico Nei P'ien aparte de recetas de elixires a base de arsénico y mercurio también trata temas como el alma, las ciencias naturales y la filosofía.

Una de las obsesiones alquímicas de Ko-Hung fue dar con la fórmula de la inmortalidad física.

Se toman tres libras de auténtico cinabrio y una libra de miel blanca. Se mezcla y se pone a secar bajo el sol. Luego se tuesta sobre el fuego hasta que se le pueda dar la forma de píldora. Cada mañana se toman diez píldoras del tamaño de un cañamón. En el curso de un año los cabellos blancos se volverán negros, los dientes destruidos volverán a crecer, el cuerpo se volverá lustroso y brillante. Si un viejo toma esta medicina por un largo periodo de tiempo, se convertirá en joven. Y aquel que la tome constantemente disfrutará de la vida eterna y no morirá.

Se dice que un día un amigo llegó a su casa para hacer una visita a Ko-Hung pero todo lo que encontró fueron sus ropas vacías. Había desaparecido en el reino de los inmortales donde vive y es recordado en nuestros días.

(Mucho ánimo, amigo)